PRIMER PASO...EL VIAJE

Por fin medio asentados en Taipei, aunque primero contaremos el viaje. El avión bastante bien, un poco largas se hacen las once horas, pero con tele personal, música y la comida que te dan se va pasando. Nuestra primera incursión en la comida de avión china fue un arroz con pollo en salsa no demasiado malo junto con una ensalada con aceite español (a ver cuando volvemos a probarlo por aquí...) y un pastelito de fresa. Por la noche nos dieron unos fideos, que la verdad no estaban excesivamente buenos...pero había hambre y no sabíamos cuando íbamos a volver a comer ya que llegamos a Pekin a las cinco de la mañana aproximadamente. 
En el aeropuerto de Pekin intentamos escribir otra entrada, pero no nos fue posible, asi que nos tomamos un té y a esperar al siguiente avión. Durante la espera recorrimos el aeropuerto y encontramos las típicas máquinas de refrescos de China, le hicimos una foto para que las vayáis conociendo para cuando vengáis. En el estante de arriba hay agua y varios tés, que aquí les encantan, ya embotellados. En el segundo estante tenéis latas de refrescos, las dos primeras son de coca cola.

En el segundo vuelo, de Pekin a Taipei, nos tuvieron casi una hora de atasco para salir del aeropuerto, tiene mucho tráfico y debe ser habitual que se forme cola de aviones para salir de él. Nos dieron a elegir para el desayuno dos opciones: chino o western. Jorge cogió chino y llevaba una especie de gacha de arroz pasado...un huevo cocido marrón y una salsa en sobre...mejor no describirla. Se acabó comiendo el croissant de mi desayuno western que incluía patatas, tortilla francesa y salchichas. No lo dudéis, el western es vuestro desayuno cuando vengáis. 
Cuando aterrizamos (con todo nuestro pack de embutidos que ha llegado sano y salvo) nos estaban esperando una compi de Jorge y su jefe alemán, majisimos, que nos invitaron a comer pollo frito con arroz y salsa de curri (si, otra vez pollo y arroz). 
Después nos trajeron a la que por ahora es nuestra "casa" y nos pegamos una siesta de tres horas...para reponer jejeje, nos levantamos sólo para cenar, y lo hicimos en un bar a menos de cinco minutos de la habitación.


Nos despedimos por hoy con la foto del vasito de agua de los aviones chinitos. 

Un abrazo,


Elena y Jorge