sábado, 26 de mayo de 2012

Gold Ecological Park, Jiu Fen y PingXi

¡Hola chicos!


Ayer no actualizamos porque volvimos muy cansados de la excursión que hicimos, pero hoy os traemos todas las fotos y anécdotas al blog. Empezaremos por...


Gold Ecological Park y Jiu Fen


Nuestro primer destino fue una mina de oro, ahora abandonada, que en el pasado hizo que el pueblo próximo a la mina (Jiu Fen) fuera muy próspero. Y diréis ¡qué bien, oro!, pues si, ricos gracias al oro, pero también con cositas contaminadas a su alrededor por culpa de la mina. Antes de llegar al aparcamiento donde nos dejaría nuestro autobús pasamos por delante del "mar amarillo", que a pesar de lo divertido que resulta el nombre, es un trozo bastante grande mar contaminado por los lavados de las rocas de la mina, pirita, sales de lavado... y que realmente es amarillo. En esa parte del mar esta prohibido el baño y la pesca. No pensábamos que sería tan evidente, pero de verdad era amarillo, y contrastaba muchísimo con el resto del mar, la línea divisoria se veía claramente. 




Además de el mar contaminado, el río que baja de la mina al mar evidentemente también tenía lo suyo, todas las rocas eran doradas.




Cuando el autobús nos dejó en el parking (no tenían permiso para subir arriba más que los autobuses de línea...no is imagináis que carretera...) las vistas eran bastantes bonitas, a pie de mar, de un pueblo al pie de una montaña.




En la subida a la mina descubrimos entre la montaña unas pequeñas cataratas preciosas, una pena que solo les pudiéramos hacer foto desde el autobús. Se llamaban las cataratas doradas, por lo mismo que las piedras de antes eran doradas, el mineral de pirita de la mina.




Una vez en la mina, las vistas sobre el terreno eran preciosas, con el mar colándose en algún hueco entre las montañas y un gran templo con una escultura dorada gigante de un dios cuya función es ayudarte con el trabajo, los estudios... la más grande en todo Taiwán de dicho dios. Así que aprovechamos para hacer unas cuantas fotos desde ahí.





La mina por dentro pues era una mina. Entramos con cascos por un túnel y salimos por otro... andando entre humedad y raíles de carretillas. A mitad del recorrido vimos la única veta de oro que queda, parece extraño que de ahí puedan sacar oro... y en el museo de la mina tienen, además de joyas de oro, un lingote de 220kg de oro que puedes tocar, de hecho dicen que si lo puedes levantar te lo puedes llevar... pero no pudimos...ohhhh!






Después de la mina nos llevaron deprisa y corriendo (ya sabéis como son los viajes organizados) a Jiu Fen, originalmente el pueblo minero reconvertido ahora en pueblo turístico, con una calle principal (aquí se llaman Old Street) llena de tiendas, restaurantes, callejones, recuerdos...y muchísima gente. Ahí comimos una salchicha, un cuenco de arroz y unas tortitas rellenas de helado muy ricas. Esta era la entrada a la calle.






PingXi y las cataratas Shihfen 


De ahí cogimos otra vez el bus en dirección a las cataratas Shihfen, precioso parque natural donde además de ver las cataratas nos enseñaron a hacer sky lanterns, pero eso os lo contamos luego.
Las cataratas impresionantes, llenas de gente y muy bien preparadas para el turismo, todo el camino asfaltado hasta el pie de la catarata pero sin destrozar el entorno natural, todo en armonía.






Después de las cataratas nos juntamos por grupos para hacer la sky lantern, pegando láminas de papeles entre si para darle forma y luego escribiendo en ella tus deseos, sueños...lo que quisieras. Nos tocó un grupo muy majete formado por pakistaníes, egipcios, iraquíes y etíopes. Hicimos una sky lantern rosa y azul muy maja, que luego lanzamos al aire junto con las de los demás grupos y que pronto se perdieron en el cielo.








Después de lanzarla nos fuimos a la Old Street de PingXi, que a parte de las sky lanterns no tiene nada más de interés, y compramos nuestra pequeña sky lantern para tener en casa de recuerdo. Se enciende cuando tiras de los flecos de abajo porque lleva un led en su interior :)




Y ya para terminar sólo contaros una cosa más. Además de que el autobús del viaje era una horterada con cortinillas a la que ya estamos acostumbrados pues aquí todos los autobuses son así, tenía una sorpresa que descubrimos en el viaje de vuelta......
¡Tenía Karaoke!, si si, como lo oís, elegías el número de la canción de un bloc gigante de canciones en inglés, chino y japonés y te la ponían, te pasaban el micro y cantabas en el autobús!!!!!! Solo escuchamos 3...menos mal que los demás querían dormir...jejeje.




Y después de un post tan largo, ya os dejamos descansar.


Un saludo,


Elena y Jorge

1 comentario:

  1. Muy buena la excursión!!! Si es que ya se sabe, a los chinos esto del karaoke les encanta!!!

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